¿Qué hay detrás del espejo, o de nuestro propio reflejo?
Said se levantó esa mañana húmeda y cálida, se lavó los dientes, se desnudó y se dió un baño con agua fría. Físicamente se sentía bien, pero algo le inquietaba y aunque lo ignoraba, el lo sabía perfectamente.
Al salir del baño y aun desnudo se miró al espejo de junto su cama. Su mirada permanecía fría como días antes se presentaba, pero él siguió sin darle importancia, sin embargo los recuerdos le produjeron nauseas y después de vomitar volvió al espejo para mirarse, pero ahora de más cerca.
Se miraba de arriba abajo, inspeccionaba cada centímetro de su cuerpo y lo notaba perfecto, pero el dolor seguía y ahora le importaba. De repente sintió el aroma fresco de la chica en su closet y esto le desesperó al grado de tener que vomitar de nuevo. Por un momento se retractó de lo hecho, pero ni siquiera eso le proporcionó el bienestar que ahora deseaba…
Hacía ya tres meses que espiaba a la chica, le proporcionaba placer al mirarla y sonreírle, pero le provocaba aun más el hecho de que ella le correspondiera y se le insinuara. Pero ese placer cada vez fue más adictivo y ahora no le satisfacía como antes. Charlaron un par de veces pero necesitaba más.
Una noche antes de todo esto, la vio llegar del bar en el que trabajaba como camarera, le sonrió desde su balcón y se dijeron un par de cosas finalizando con una invitación a pasar por un trago, ella aceptó. Al momento de entrar la amordazó, la golpeó y la violó. Después de eso la drogó para no escuchar sus sollozos pero fue en vano, así que termino matándola.
Fue el momento más placentero que se hubiese planteado, pero pronto ese placer se tornó en remordimiento, así que optó por esconder el cuerpo sutil de la chica en su closet.
Said pudo dormir pero el recuerdo lo despertó inquietado y al ver su imagen en el espejo, viò el reflejo de aquel niño asustado al que su padre había violado hace 21 años y de momento supo que ese asco y ese dolor era provocado por la semejanza que había entre él y su padre.