Un día como cualquier otro..
Esa noche me sonríes y me dices que todo estará bien, yo te miro y tus ojos ya no son los mismos pero es mejor así. No hay luna, no hay cama, no hay luces, solo tu aroma impregnado como papel en mi piel. Los espectros sospechan de nuestra presencia y nos lo hacen saber y en ese momento te desvaneces, desapareces de mi lado y entonces despierto.. con la impresión de que todo fue real y no solo un sueño tan repetitivo como escalofriante.
Tres semanas han pasado y el mismo sueño insistente regresa a mi cama cada noche, presentándose de la misma manera tan descortés y tan hermosa. Quizás sean señales y deba hablarte, quizás solo debo esperar, será cuestión de tiempo, silencio y miradas. Pero ¿y si jamas llego a conocerte? la monotonía seria mi aliado y ese sueño precipitante no tendría sentido alguno, pero será cuestión de tiempo..
Ha pasado un año, ya ha crecido la hierba pero las miradas siguen siendo frías e inadecuadas, la conversación mas larga que he tenido es el silencio, ya no quiero dormir, ya no quiero soñar o por lo menos recordar lo que soñaba. Mis ojos comenzaban a secarse al no tener a quien mirar, pero entonces fue que me vi caminando en tus ojos, me vi intercalando mentiras, escuchando solamente el canto de las hojas al caer de los arboles para después crujir sobre el suelo y entonces condenarme dentro de prejuicios obsoletos e inimaginables dejando solo tu recuerdo.. ese recuerdo precioso e impuro que el viento trajo un día hacia nosotros y que sin esperarlo nos cambio a ambos.
Hoy despues decasi dos años ya no hace falta imaginar recuerdos que nunca tuve, porque tengo momentos que hacen que todo valga, y es gracias a alguien, alguien por quien dejaría muchas cosas y haría otras cuantas, alguien que sabe que siempre estaré a su lado, alguien que me mira y alguien a quien puedo observar fijamente asta que salgan lagrimas de mis ojos, alguien que me ha enseñado que las cosas pueden ser muy diferentes a lo que nunca tuviste, alguien que dibuja en mi cuerpo, alguien que me alienta, alguien real a quien puedo tocar, hablarle y que me responda, alguien que me hace soñar de verdad, alguien que me hace escribir.